El libro se publica por Ariel en junio de 2012. Se trata de una obra de divulgación, una introducción a la literatura española y “guía de lectura” dirigida a los “jóvenes y no tan jóvenes”, que pretende dar un repaso desde una óptica actual a los clásicos españoles y demostrar, como se anuncia en el Prólogo, que “La literatura no aburre a la gente”.

El autor advierte, ya desde la primera página, de la subjetividad que ha presidido la elección de textos y autores y la atención dedicada a los mismos. No es ni pretende ser la obra de un especialista ni de un académico, pero sí es una aproximación apasionada a la literatura española y a sus protagonistas “desde dentro”, con un enfoque desmitificador y cercano, salpicando la narración con anécdotas y referencias actuales y haciendo un uso inteligente de la intertextualización, todo en un tono ameno y desenfadado que no menoscaba la dificultad y seriedad del empeño.
José Ángel Mañas invita pues a los lectores a acompañarle en un viaje por nuestro patrimonio literario guiados por la brújula de su gusto personal, lo que supone necesariamente admitir ausencias, dada la extensión del territorio a cubrir. A lo largo de este viaje comparte con nosotros su experiencia y sus impresiones y plantea cuestiones para el debate, lejos del dogmatismo de la mayoría de los manuales al uso.
La obra, que respeta la división en géneros, se estructura en tres partes, al final de cada una de las cuales encontraremos recomendaciones de lectura del autor.
En la primera parte, la más extensa, el autor recorre los grandes hitos que jalonan los tres grandes géneros literarios, poesía, teatro y narrativa, opinando sobre los tópicos consagrados con una voz limpia de prejuicios. No se olvida el autor de los géneros menores: la fábula, el género epistolar, los libros de viajes, entre los que brilla Cela, y los diarios, con el comentario elogioso de la obra singular de Andrés Trapiello y la mención especial de Umbral como gran memorialista y escritor total. El panorama se completa y se pone al día con apartados dedicados a la Poesía roquera de Joaquín Sabina, al cine y los guiones de Rafael Azcona, y el homenaje a Ibáñez, maestro del cómico español.
En la segunda parte, dedicada al pensamiento literario, el autor pasa revista al aforismo, dominado por el talento surrealista de Gómez de la Serna, el artículo literario, prestigiado por figuras como Azorín, Julio Camba, César González Ruano y el imprescindible Umbral, y el ensayo, desde el “think tank noventayochista, hasta Agustín García Calvo y ensayistas con gran peso en la España actual por sus grandes capacidades pedagógicas y de divulgación, como Fernando Savater y José Antonio Marina.
Finalmente, la tercera parte, Entrando en el nuevo milenio, siendo la más breve, es la que supone una aportación más personal del autor. José ángel Mañas aborda en primer lugar la definición de las notas que en su opinión caracterizan la literatura posmoderna: el desprecio por los códigos tradicionales, la libertad absoluta del artista y la anarquía estética. Y se detiene luego en tres autores que, dice, personifican las distintas formas del espíritu posmoderno en las últimas décadas, a saber: Eduardo Mendoza con su novela Sin noticias de Gurb, en los ochenta; el propio autor y su Historias del Kronen en los noventa; y Fernández Mallo y su Nocilla dream en los dos mil. Y en punto y aparte el personalismo radical y ácrata de Roger Wolfe.
El libro finaliza con una reflexión sobre los cambios en la sensibilidad estética y la sutileza con que se producen, poniendo como ejemplos la transformación de la novela y la literatura durante la primera mitad del siglo XX y la inversión de jerarquías entre la cultura pop y la cultura clásica que caracteriza a la posmodernidad. En opinión de José Ángel Mañas podríamos estar ahora en uno de estos procesos de cambio que habría comenzado en los primeros años dos mil de la mano de los sucesos y transformaciones producidos en el panorama internacional a partir del 11-S. En el nuevo contexto social y económico los juegos estéticos y la frivolidad del posmodernismo habrían perdido todo su sentido. Se estaría fraguando ahora un nuevo movimiento pendular en contra de los valores del posmodernismo – un antiposmodernismo – que a pesar de su brillantez no habría sido en lo esencial más que un neorromanticismo. Pero esto, claro, está todavía por ver.
Documentación
- Pagina 2, 10 de junio de 2012.
Entrevista de Óscar López para TVE - La vanguardia, 13 de junio de 2012.
Entrevista de Lorena Ferrero. - Xperpento, 13 de agosto de 2012.
Reseña de Reyes Muñoz. - El lector de sinopsis,1 de febrero 2013.
Reseña de «Baby». - Fragmento: Más sobre pensamiento posmoderno. Guía de lectura elaborada por el Grupo Planeta